Geométricamente Literario

Las posiciones acerca de si es válida o no la técnica de la Pirámide Invertida llevan mucho tiempo encontradas. Sin embargo, cabe preguntarse si luego de tantos años de su existencia sea verdaderamente necesaria su aplicación, o sea tal vez mera adhesión a un formato establecido. Veamos.

Construyendo una pirámide

El inicio de esta técnica de redacción de noticias fue acuñada por la agencia norteamericana The Associated Press, allá por 1800, tomando como base (quién sabe), el hexámetro interrogativo del retórico hispanolatino Quintiliano, que servía para responder sobre las "circunstancias" de los hechos: quis, quid, ubi, quibus auxiliis, cur, quomodo y quando? (¿Quién, qué, dónde, por qué medios, por qué, cómo y cuándo?).

El punto de partida de la AP fue básicamente la necesidad de la agencia, de enviarles a todos sus asociados información que ajuste estrictamente a los hechos, eliminando cualquier tipo de valoración personal o subjetiva. Y además, por el plus de que muchos de los ‘reporteros’ del momento, no eran precisamente periodistas, así que había que crear una estructura de comunicación, de modo que cualquiera pudiera enviar un despacho informativo, basándose en un esquema predeterminado.

Luego de eso, una espantosa carencia de imaginación decidió adoptar el método de la agencia, llevando la estructura geométrica al plano de las letras, dejando como resultado una cantidad de periódicos con un estilo bastante similar.

¿Quién apagó la luz?

A todo esto, tal como lo apunta José Francisco Sánchez, llegamos a un estándar no muy llamativo en el periodismo escrito, y tal vez no tan rentable. La pirámide invertida señala que la información se redactará desde lo más importante, hasta aquello menos relevante. Previamente, habrá que hacer hincapié en la importancia de un titular claro que presente adecuadamente la noticia, y un lead, a manera de párrafo de entrada, que pueda describirle al lector de lo que trata la nota, dado a que muchas personas no revisan todo el diario, y se detienen solamente en los primeros párrafos. Y… ¿no sería mejor buscar la manera de que el lector encuentre algo un poco menos acartonado y más ameno, que llame su atención hasta el final de la noticia?

Por otro lado, la estructura en sí de la pirámide no resulta muy sólida en cuanto a sus párrafos internos. Es decir, se ha creado un orden de importancia, donde los párrafos suele flotar en su propia autonomía, pudiendo incluso el lector colocar un párrafo por sobre otro, sin alterar demasiado el resultado, sin importar ya el cierre de la nota.

El resultado es toda una cuadrícula que ha dejado de ser atractiva para el lector, más aún cuando este esquema piramidal engloba a cualquier tipo de información dentro del mismo saco.

El regalo deseado

Con la aparición del periodismo digital, y el galopante crecimiento del mismo, surgió otra idea creativa: regalarle al hermanito menor, lo que ya no nos queda tan bien.

El campo digital está aún en pañales, cada día los cambios en las principales webs responden a una búsqueda constante de mejoras, hasta establecer un estilo ideal. Es cierto que el lector web tiene costumbres muy diferentes a las del lector escrito. Tiene menos tiempo, no es fanático de la lectura, y busca informarse de lo que ha pasado en todo el mundo, en un lapso deseado de cinco minutos. Entonces, la aplicación de la pirámide invertida parece ideal, ya que en el simple titular le podemos contar lo que pasó, y con no más de dos párrafos, quedará satisfecho.

Sin embargo, como bien plantea Ramón Salaverría, si estamos ante un nuevo medio, no busquemos imprimirle conceptos antiguos; busquemos más bien innovar. Así, el autor señala la posibilidad del uso de los hipertextos, de forma tal que podamos presentar una noticia resumida, sin ser por ello acartonada, y brindar la posibilidad al lector de ampliar su búsqueda con hipertextos, que lo lleven a segundas, terceras, y ene páginas.

Seguramente la teoría de la pirámide seguirá vigente por mucho tiempo. Y nadie cuestiona su verdadera importancia. Sin embargo, es posible plantear nuevas posibilidades de redacción, dejando la teoría para noticias que sí la requieran, como los flashes informativos, en donde no se sabe aún mucho de lo sucedido, por lo que presentar lo más resaltante evitando juicios de valor anticipados, resultaría ideal.

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Fuentes:

1.- Manual de Redacción Ciberperiodística. Ramón Salaverría, Javier Sánchez Días, Javer Díaz Noci. Editorial Ariel, 2003.

2.- Curso General de Redacción Periodística. José Luis Martínez Albertos. España, 2004

3. La pirámide invertida: caída de un mito. José Francisco Sánchez. http://dialnet.unirioja.es/servlet/fichero_articulo?codigo=2955098&orden=0

4. Redacción periodística en internet. Ramón Salaverría Aliaga. Editorial EUNSA. España 2005

Comentarios

Eliana Fry García-Pacheco. ha dicho que…
Yo te apoyo hermano. Así, sin más. Dirán que tenemos el lápiz recién tajado y por ello nuestra actitud, pues que digan lo que se les antoje. Poco a poco seremos una cofradía que parirá una nueva manera de entender el periodismo del dìa a día.

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