Una furtiva lacrima
No te vayas, quédate un ratito más. Sí, sé que tienes que irte, que es tarde ya, pero necesito que te quedes aunque sea un momento más. Todo se acaba ¿sabes? siempre habrá un final inexorable, eso lo sé. Pero hoy quiero pensar que no será así. Hoy quiero creer que esto durará para siempre. Todos miramos atrás, analizando cada acto de la vida. Yo lo que más extraño de ella es mi infancia, como todos quizás. La magia de crear un mundo fantástico, donde solía ser un súper héroe. La magia de creer que los viejos eran eternos, y de poder dejarlo todo, para seguir jugando mañana, porque de seguro habría tiempo para seguir. Hoy he perdido esa fe. Hoy sé que todo es tan efímero, y siento ganas de llorar, me envuelve esa melancolía de querer retener la magia de la infancia, de volver a las caminatas por el parquecito, con mamá y papá tomados de la mano, de las súper aventuras alucinantes con mis hermanos, de San Bartolo y el mar, de los viajes, de las sonrisas... Me apena que todo se acabe. Hoy...